El gobierno de Donald Trump ordenó ayer el cierre un polémico centro de detención de menores inmigrantes en Homestead, a unos 40 km al sur de Miami, uno de los mayores del país y considerado por Amnistía Internacional (AI) como “cruel” e “ilegal”.

El Departamento de Salud (HHS) señaló que el albergue, con capacidad para 2 mi 500 menores, será clausurado el próximo 30 de noviembre.

El lugar fue blanco de críticas de congresistas demócratas y organizaciones de derechos humanos por las condiciones de los menores y el vínculo de la empresa que lo administra con el general retirado John Kelly, el que fuera máximo responsable de inmigración del presidente Donald Trump y después su jefe de Gabinete.

El HHS señaló que ha reducido a cero la capacidad de camas y dará por terminado el contrato con Comprehensive Health Services Inc. lo que implica el despido de unos 2 mil trabajadores.

OBSERVACIONES

Amnistía Internacional (AI) señaló que a principios de abril más de 2 mil 100 niños de edades entre 13 y 17 años fueron alojados en el centro, que en algún momento llegó a tener ocupadas sus 2 mil 500 camas.