El estado cuenta con el único complejo industrial del país en donde las personas privadas de la libertad pueden trabajar en empresas y obtener ingresos para apoyar a sus familias.

Se trata del Centro de Reinserción Social y Productiva de Aguascalientes (Crespa), un centro penitenciario de mínima seguridad que actualmente cuenta con cinco naves industriales.

“El Crespa cuenta actualmente con cinco naves industriales, en donde se están albergando y se da arranque a todo lo que es la industria penitenciaria”, dijo Roberto Moran Ruiz, director general de Reinserción social.

Arrancó a finales de2017 con la intención de que las personas privadas de su libertad tengan la oportunidad de tener un trabajo con un ingreso económico y se convirtieran de nueva cuenta en el proveedor de sus familias.

“A la familia no le cuesta dinero venir a ver a los internos; ahora los internos le depositan dinero a su familia o le dan dinero a su familia para que tengan acceso a los días de visita de los jueves y domingo”, explicó.

Las personas privadas de su libertad son trasladadas del Cereso femenil y Cereso Aguascalientes al Crespa en donde comienzan sus actividades a las 9:00 de la mañana hasta las 3:00 de la tarde.

“Actualmente, se encuentran trabajando 24 personas privadas de la libertad”.

Por ahora, seis empresas han apostado al proyecto las que se encargan de pagar semanalmente a los internos que se conviertan en sus trabajadores.

“Una de ellas trabaja componentes para el sistema de frenos de una automotriz, otra hace pelotas de beisbol, que se cosen a mano en el interior del Cereso Aguascalientes y son las que se exportan para las grandes ligas a Estados Unidos; la otra es una empresa de muebles y otra empresa que hace empaques de cartón y dos empresas que son de costura, una cose uniformes y ropa deportiva y otra ropa interior para dama”.

De acuerdo con el director general de Reinserción Social, este proyecto funciona para las empresas, dado que la mano de obra con la que se cuenta en el centro penitenciario es altamente calificada.

“Aparte de que los internos se dedican al 100 por ciento a hacer su trabajo tienen todo el tiempo del mundo para hacerlo, entonces no tienen distracciones, no tienen teléfonos celulares, no hay llamadas, no hay salidas, salvo a comer e ir al sanitario, y el demás tiempo lo dedican a su trabajo”, manifestó.

Para evitar situaciones de corrupción en los penales del estado no se maneja dinero en efectivo, por lo que las personas privadas de la libertad cuentan con una tarjeta de débito en la que cada semana se les deposita su sueldo.

Maribel fue sentenciada a 22 años y seis meses de prisión, apenas lleva 3 años 2 meses de su sentencia, y asegura que la vida cambió en el interior del Cereso donde encontró la libertad

Héctor Ruiz, gerente operativo de QAS, una de las empresas que brinda oportunidades laborales a los reos, indicó que Aguascalientes tiene un problema serio de rotación de personal, por lo que vieron viable el proyecto en el Crespa.