Por segunda vez en menos de dos semanas, el teatro San Rafael con la puesta en escena Amor eterno anunciada en su marquesina, fue clausurado, en esta ocasión por personal del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.

A unas horas del estreno oficial, policías colocaron los sellos de clausura con lo que se canceló el evento, dejando a más de 100 invitados especiales, prensa, público y elenco encabezado por  Ana Bárbara, Mauricio Martínez, Dulce, Pablo Montero, Mariana Seoane, César Bono, Angélica María, Lucía Méndez, sorprendidos y consternados.

Jorge León, abogado especializado en derechos de autor, con experiencia en la rama de entretenimiento y asesor de artistas como Roco Pachukote, Moenia y Ximena Sariñana, explicó por qué esta entidad pudo clausurar.

“Es un tema más de marca y no tanto autoral.

“Ellos (Omar Suárez, productor) pueden ejecutar la obra, pero la marca no les pertenece y por eso les clausuraron.

“Las canciones no se registran en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, pero seguramente  hay un conflicto de marca y si procedieron es porque seguramente Amor eterno es una marca registrada a nombre de Alberto Aguilera Valadez o Juan Gabriel.

Así que al explotarlo se convierte en piratería”, dijo el experto.

De igual forma, León comentó que este delito es grave y que de comprobarse que el productor cayó en irregularidades puede hacerse acreedor a serias sanciones.

Puede llegar hasta la cárcel. Si están explotando una marca sin autorización del titular están cometiendo un delito”, dijo.

Finalmente aclaró que para levantar esos sellos el productor Omar Suárez tendría que llegar a un acuerdo con el titular de esos derechos, en ese caso Iván Aguilera Salas, hijo de El divo de Juárez quien es el heredero universal de todos los bienes de Juan Gabriel.

“Tienen que pedir una autorización al titular, es decir pagarle una licencia de marca para poder explotarla.”

Los antecedentes

La primera vez que se clausuró el teatro fue el 20 de noviembre de este año, cuando la delegación Cuauhtémoc y el Instituto de Verificación Administrativa colocaron los sellos en el Teatro San Rafael, cuando estaba por terminar la segunda función del musical, es decir, con el público dentro de la sala.

Cinco días después Ricardo Monreal, delegado de la demarcación aseguró que ya todo estaba aclarado y que el productor ingresó un escrito y la copia notariada que comprobaban que las canciones de Juan Gabriel que se utilizan en el musical no están dadas de alta en el Registro Público de Derechos de Autor.

En esa ocasión Monreal comentó que sólo se podría interrumpir la obra en caso de una notificación expresa de la familia de Juan Gabriel, así lo dio a conocer Excélsior en su edición del 25 de noviembre.

Por otro lado, la periodista Fernanda Familiar dio a conocer ayer en su cuenta de Twitter, una demanda procedente de Universal Music Publishing MGB, S.A. De C.V., de la Sociedad de Autores y Compositores de México y de la Sociedad de Gestión  Colectiva de Interés Público (SACM), en contra de Omar Suárez Aguilar por el uso de 622 obras musicales de la autoría de Alberto Aguilera Valadez.

Lo anterior con base en la fracción V del artículo 199 Bis de la Ley de la Propiedad Industrial.

Lamentan cierre

César Bono, quien participa en la puesta en escena, fue testigo de esta nueva clausura y expresó su sentir ante esta situación, nueva para él en su larga trayectoria artística.

Tengo 45 años en el teatro y voy a cumplir 50 en televisión y nunca había visto que se atentara contra la cultura y contra las fuentes de trabajo de familias enteras, porque con estos sellos, se deja sin trabajo a un centenar de empleados, como tramoyistas, taquilleros, acomodadores, bailarines, actores e iluminadores.