Los hechos ocurrieron la noche de ayer jueves, mientras el director viajaba en su camioneta

Más de 60 casquillos calibre 7.62, fueron contabilizados junto a la camioneta Silverado blanca donde viajaba el director de la Policía de San Juan de Los Lagos, Ramón Pérez Sánchez, asesinado la noche del jueves.

De acuerdo con testigos, poco después de las 21:30 horas de ayer, en la calle Vicente Guerrero al cruce con Camino Nuevo, en el centro del municipio, se escucharon dos detonaciones y segundos después, una ráfaga de AK-47.

Una vez que los balazos cesaron, un vehículo Jetta blanco salió a toda velocidad en reversa por la calle Vicente Guerrero, el automotor era escoltado por una camioneta Tacoma.

Esta acción, fue captada por las cámaras de seguridad de un hotel ubicado casi frente al sitio donde fue asesinado el funcionario de seguridad.

Un sujeto que trabaja en una taquería callejera localizada a pocos metros de la escena del crimen dijo que, cuando escuchó los disparos corrió para refugiarse dentro de un local, pues temía ser víctima de una bala perdida.

“Yo soy mesero en la taquería, al escuchar los balazos yo corrí a esconderme en un local, la verdad teníamos miedo de que nos fuera a tocar una bala perdida, después de que ya no se escucharon balazos la calle se quedó sola, la gente no se quería parar al lugar para ver qué había sucedido porque teníamos miedo de que estas personas fueran a regresar”, comentó el testigo, cuyo nombre no será revelado por motivos de seguridad.

La policía de San Juan de Los Lagos llegó al lugar cinco minutos después de que había sucedido la agresión contra el Comisario de Seguridad, quien falleció de manera instantánea dentro de la camioneta Silverado.

Oficiales del municipio en coordinación con el Ejército Mexicano y la Fuerza Única, realizaron un operativo para dar con el paradero de los sospechosos, los cuales evadieron la acción de la justicia.

Ramón Pérez Sánchez, sufrió un atentado, del cual resultó ileso, el mes de abril del 2009. En aquel entonces, también ocupaba el cargo de jefe de la policía municipal.

Pérez Sánchez, tenía un apodo muy peculiar entre los habitantes del municipio, quienes lo bautizaron con el sobrenombre de “Ramón Cachetadas”.

Un poblador señaló, que el mote se lo ganó porque cuando una persona se resistía a ser detenida, Ramón la abofeteaba.

“Aquí mucha gente lo conocía como Ramón cachetadas, pues te agarraba y te daba unas cachetadas, hasta eso, casi siempre les daba a los borrachos, a quienes iban borrachos, y por eso le decían Ramón cachetadas”, dijo un joven.