«Ojalá y se lleve a cabo la consulta, que se le pregunte al pueblo», respondió el mandatario en su conferencia diaria respecto a la propuesta realizada el domingo en ese sentido por el coordinador del partido oficialista Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se mostró partidario el miércoles de que se realice una consulta popular para definir si los magistrados de la Suprema Corte deben ser elegidos directamente por los ciudadanos, en una nueva arremetida contra el poder judicial, al que tilda de «podrido».

Los miembros del máximo tribunal mexicano, como sucede en otros países, son renovados periódicamente a propuesta del gobernante de turno y tras la aprobación de las candidaturas en el Senado con dos tercios de votos.

«Ojalá y se lleve a cabo la consulta, que se le pregunte al pueblo», respondió el mandatario en su conferencia diaria a una pregunta de una periodista sobre una propuesta realizada el domingo en ese sentido por el coordinador del partido oficialista Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier.

Desde antes de llegar al poder en diciembre de 2018 y ya como mandatario, López Obrador ha impulsado varias consultas populares sobre temas controvertidos como la suspensión de la construcción de un nuevo aeropuerto para la capital o la posibilidad de que sean juzgados los presidentes.

«Yo pienso que ayuda lo de la consulta, nada más hay que ver el procedimiento legal», dijo el miércoles. «Si hay tiempo y está permitido por la ley, sería bueno porque hay que informarle a la gente y todos tenemos que participar en limpiar, en moralizar, en purificar la vida pública», argumentó.

AMLO, anunció la semana pasada que antes de terminar su gestión en octubre de 2024 presentará un proyecto de reforma constitucional, en respuesta a una decisión de la Suprema Corte de invalidar una serie de cambios legales al sistema electoral.

Las modificaciones legislativas, aprobadas por el Congreso de mayoría oficialista e impulsadas por el mandatario, eran una alternativa a otra reforma constitucional planteada por AMLO que fracasó en su intento de reorganizar y delimitar las tareas administrativas del árbitro de los comicios, el INE.

«Se puede probar que el poder judicial casi en su totalidad, de arriba a abajo, está podrido, que solamente le sirve a los potentados y a los delincuentes, que no imparte justicia en beneficio del pueblo», afirmó el presidente.