En tan sólo 50 años el número de explotaciones de aguas subterráneas en la Entidad pasó de 467 a casi tres mil, a pesar de la veda que hay desde 1963, por esta razón Aguascalientes ha sido víctima de un fraude hídrico gracias al cual la Entidad tiene el agua más cara y de mala calidad del país.
Así lo expuso el ambientalista Gerardo Ortega de León quien dijo que el sábado 25 de mayo de 1963 se anunciaba con bombo y platillos en los medios locales de la época, que no habría más perforaciones de pozos en el Estado, luego de un Decreto Presidencial que imponía una veda para proteger los mantos acuíferos, según se había publicado un día antes el Diario Oficial de la Federación.
Sin embargo señaló que a partir de entonces Aguascalientes ha sido víctima de lo que llamó un fraude hídrico, pues cuando se emitió el mencionado Decreto había en la Entidad 467 aprovechamientos entre pozos y norias según en los archivos de la CFE; para 1982 luego de tres administraciones estatales, el número de explotaciones se había cuadruplicado y ya eran 1,918, es decir, la veda jamás se respetó, “fue un fraude hídrico total, hoy en día hay casi tres mil aprovechamientos de aguas subterráneas y ésta es una de las principales causas por las que Aguascalientes se encuentra al borde del ecocidio hídrico”, advirtió.
Dijo que este mismo año dará a conocer una crónica sobre este tema en la que habrá de proporcionar más datos, fechas, hechos y nombres de quienes en su momento se vieron involucrados en el asunto y que han sido los culpables de que Aguascalientes tenga el agua más cara y de mala calidad del país.
Otro aspecto que también ha sido determinante para llegar a la actual crisis hídrica en la Entidad, se dio hace 25 años cuando desde la Presidencia de la República se fraguó el despojo de agua más grave que ha sufrido un Estado, y que en 1995 se concretó cuando Aguascalientes fue excluido del derecho que tiene de usufructuar las aguas del Río Verde.
Posteriormente desde la Presidencia de la República en contubernio con los Estados de Jalisco y Guanajuato se autorizó incrementar el tamaño de la Presa El Zapotillo para captar el agua de lluvia que le corresponde a la Entidad y que son cerca de 120 millones de metros cúbicos.
Esto además provocó que no se autorizara la construcción de una presa en Aguascalientes para recibir ese líquido, pero además se le negó la posibilidad de construir infraestructura hídrica, “este fraude hídrico y el despojo del agua que corre por el territorio estatal, han sido los causantes de la crisis que el Estado enfrenta en materia de agua”, apuntó.
*Con información de Hidrocálido