Emperador Akihito quiere dimitir al trono

El anuncio puso a su país en una disyuntiva sobre permitir o no su abdicación

El emperador Akihito enfrenta a Japón al dilema de permitirle o impedirle abdicar ante sus dudas para cumplir con dignidad sus deberes, situación que también reta a la tradición del país asiático.

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Akihito expresó su preocupación sobre su capacidad para continuar cumpliendo con sus obligaciones, sugiriendo que esperaba una reforma de las leyes que le obligan a ejercer hasta su muerte.

“Estoy preocupado por la dificultad para cumplir con mis obligaciones como símbolo del Estado”, declaró el monarca de 82 años, en un discurso a la nación, y reconoció tener en ocasiones “algunas limitaciones”, como su condición física.

Akihito no pronunció la palabra “abdicación” en su discurso solemne, ya que la Constitución le obliga a ejercer hasta su muerte y usar este término estaría considerado como un acto político, algo que tiene prohibido.

Desde el punto de vista de la gente en la calle, 85.7 por ciento apoya sin duda que pueda abandonar el trono, y 89.5 por ciento estima que tiene demasiados deberes oficiales, de acuerdo a una encuesta de la agencia de noticias Kyodo.

El sector tradicional japonés pide que se piense en las consecuencias que podría acarrear, a fin de permitir en el futuro que se presente la abdicación.

En el futuro podría obligarse a un emperador a renunciar bajo la figura de la abdicación, pero en contra de sus deseos, señalan quienes están en contra.

Las condiciones para una abdicación deben de ser consideradas de manera cuidadosa, explica el experto en Leyes Shojiro Sakaguchi de la Universidad de Hitotsubashi.

Añade que los derechos del emperador japonés están restringidos bajo la actual Constitución, lo que incluye el de expresión y el matrimonial.

La polémica comenzó desde el pasado julio cuando trascendió que Akihito tenía el deseo de abdicar.

La articulista Linda Sieg escribió en el diario Japan Today que la renuncia que el ahora papa emérito Benedicto XVI hizo en 2013, parece no haber influido al emperador japonés.

Pero quizá sí tomó en cuenta la abdicación que la reina Beatriz de Holanda presentó al cumplir 75 años.

El ala conservadora en la sociedad y la política japonesa resalta que el príncipe heredero Naruhito, de 56 años de edad, puede desempeñarse como regente de la corona mientras la muerte alcanza a Akihito.

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